15/5/07

Educación en la familia

Se dice que cada loco tiene su tema y que cada cual hace de su vida una lucha particular contra algo o alguien. Así nos encontramos con asociaciones y grupos homogéneos donde varias personas coinciden en una misma batalla y bando; pelean por sus ideas, protestan por escrito, con acciones y manifestaciones, todos los medios son lícitos. Particularmente pienso que efectivamente, aquellas sociedades que procuran un futuro mejor y más saludable deberíamos apoyarlas todos, pero posiblemente por falta de tiempo y sobre todo por comodidad, dejamos esos asuntos en manos de otros. De cualquier forma, me llama poderosamente la atención que hay proclamas a la manifestación que sí que son correspondidas por la generalidad y sin embargo otras parece que pasan por el salón de casa en forma de noticia habitual de televisión y no tienen mayor repercusión y si acaso, un tinte de competición de cifras.
Pero es que este loco tiene como tema repasar cifras que están heladas y teñidas de un rojo sangrante. Las últimas vacaciones de Semana Santa han dejado CIENTO SEIS MUERTOS y nadie ha protestado; los fines de semana aportan una media de VEINTICINCO MUERTOS y ningún lunes nos manifestamos; más de TRES MIL PERSONAS AL AÑO MUEREN EN NUESTRAS CARRETERAS y no batallamos.
Para colmo y mayor pesar, resulta que nuestra querida Comunidad Autónoma de Andalucía es líder en accidentalidad y mortandad por ese motivo (20 accidentes con 22 muertos en Semana Santa, frente a Cataluña con 11 accidentes y 12 muertos, que queda en el segundo lugar del siniestro ranking).
Digo yo que al menos, deberíamos reflexionar sobre qué está pasando, quién tiene la responsabilidad y cómo podríamos atajar el problema. No pido grandes manifestaciones contra el tráfico, ni contra los fabricantes de esos potentes coches, ni contra la ligereza a proclamar publicidad sobre la velocidad de los vehículos, ni tan siquiera para ir contra los que proponen el consumo de alcohol (eso sí, moderadamente)… Solo pido reflexión en el salón de casa, con la familia reunida, donde podamos generar vínculos que en ningún otro sitio se consiguen; no busquemos culpables, en realidad todas las Instituciones en el marco de sus atribuciones hacen lo que pueden; pero en casa, hablemos, eduquemos y aportemos también en formación viaria y sobre todo, a nuestros menores no los confundamos con un mal comportamiento vial, ellos siempre copiarán las acciones de sus mayores y los podemos poner ante un serio problema. Enseñamos a nuestros hijos a lavarse los dientes y a dar los buenos días y en muchas ocasiones no les dotamos de una sillita para el coche u olvidamos el uso de cinturón de seguridad en el asiento trasero.
Y es que nadie debe bajar la guardia ante el fenómeno del tráfico, no por habitual es menos peligroso. Cada cual tiene que aportar su granito de arena para que aquellas rojas cifras desciendan y hasta provoquen un cambio en su color. La solución, efectivamente, está en nuestras manos.


Juan Cózar
Educador vial.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...