5/9/09

ACCIDENTE LABORAL


TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA DE PONTEVEDRA
No todos los accidentes tienen una explicación sencilla aunque, como veremos a continuación, una vez conocida la totalidad de los hechos, la cosa cambia. Reproducimos la explicación de un albañil gallego a la compañía aseguradora que no comprendía, debido a la naturaleza de las lesiones, como podía haber ocurrido el accidente.  El caso fue juzgado en el Tribunal de Primera Instancia de Pontevedra.

Excelentísimos Señores:
En respuesta a su pedido de informaciones adicionales declaro:

En el ítem Nº. 1, sobre mi participación en los acontecimientos menciono: “Tratando de ejecutar la tarea y sin ayuda”, cómo fue la causa de mi accidente. Me piden en su carta que dé una declaración más detallada, por lo que espero que lo que sigue aclare de una vez por todas sus dudas.

Soy albañil desde hace 10 años. En el día del accidente estaba trabajando, sin ayuda, colocando ladrillos en una pared del sexto piso del edificio en construcción en esta ciudad. Finalizadas mis tareas verifiqué que habían sobrado aproximadamente 250 kilos de ladrillos. En vez de cargarlos hasta la planta baja a mano, decidí colocarlos en un barril, y bajarlos con ayuda de una roldana que felizmente se hallaba fijada a una viga en el techo del sexto piso.

Bajé hasta la planta baja y até el barril con una soga y con ayuda de la roldana lo icé hasta el sexto piso, luego de lo cual até la soga a una de las columnas del edificio. Subí luego hasta el sexto piso y cargué los ladrillos en el barril. Volví para la planta baja, desaté la soga y la agarré con fuerza, de modo que los 250 kilos de ladrillos bajasen suavemente (debo indicar que en el ítem 1 de mi declaración a la policía indiqué que mi peso corporal era de 80 kg.).  Sorpresivamente, mis pies se separaron del suelo, y comencé a ascender rápidamente arrastrado por la soga. Debido al susto que llevé, perdí mi presencia de espíritu e irreflexivamente me aferré más aún a la soga, mientras ascendía a gran velocidad.

En las proximidades del tercer piso me encontré con el barril que bajaba a una velocidad aproximadamente igual a la de mi subida, y me fue imposible evitar el choque. Creo que allí se produjo la fractura de cráneo. Continué subiendo hasta que mis dedos se engancharon dentro de la roldana, lo que provocó la detención de mi subida, y también las quebraduras múltiples de los dedos y de las muñecas. A esta altura (de los acontecimientos) ya había recuperado mi presencia de espíritu, y pese a los dolores continué aferrado a la cuerda. Fue en ese instante que el barril chocó contra el suelo, el fondo del mismo se partió y todos los ladrillos se desparramaron en los alrededores.


Sin los ladrillos el barril pesaba aproximadamente 25 kilos. Debido a un principio físico simplísimo, comencé a descender rápidamente hacia la planta baja. Aproximadamente al pasar por el tercer piso me encontré con el barril vacío que subía. En el choque que sobrevino, estoy casi seguro, se produjo la quebradura de tobillos y de la nariz. Este choque felizmente disminuyó la velocidad de mi caída de manera que cuando aterricé encima de la montaña de ladrillos sólo me quebré 3 vértebras.

Lamento sin embargo informar que cuando me encontraba caído encima de los ladrillos con dolores insoportables y sin poder moverme, y viendo encima de mi el barril, perdí nuevamente mi presencia de espíritu y solté la soga. Debido a que el barril pesaba más que la cuerda, descendió rápidamente y cayó encima de mis piernas quebrándome las 2 tibias.

Esperando haber aclarado definitivamente las causas y desarrollo de los acontecimientos me despido atentamente. Será de justicia.


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